La verdad detrás de una dieta alta en carbohidratos – ¿Acorta su vida?
Una investigación realizada en más de 135.000 personas en los cinco continentes descubrió cosas interesantes.
Al parecer, comer cantidades moderadas de grasa además de frutas y verduras moderadas mientras que limita la ingesta de carbohidratos se asocia con un menor riesgo de muerte.
Se ha descubierto que las personas que consumían entre tres y cuatro porciones (375-500g) de frutas, verduras y legumbres al día registraban un menor riesgo de muerte.
Por otra parte, contrariamente a las creencias, el consumo de una mayor cantidad de grasa se asoció con un menor riesgo de muerte en comparación con una menor ingesta de grasa. Aparentemente, una dieta alta en carbohidratos estaba relacionada con una mayor mortalidad, aunque no con el riesgo de enfermedad cardiovascular.
El estudio preguntó a las 135.000 personas acerca de su dieta y las observó de cerca durante casi 8 años con el fin de recopilar datos. El estudio sobre las grasas en la dieta descubrió que no estaban asociadas con una enfermedad cardiovascular importante y que el mayor consumo de grasa (~ 35% de la energía) se asoció con una menor mortalidad, lo cual se observó en todos los tipos principales de grasas (saturadas, poli-insaturadas y mono-insaturadas).
Los investigadores también hicieron hincapié en que, a pesar de que estos resultados podrían sorprender a la mayoría de las personas, son consistentes con varios estudios de observación y ensayos controlados aleatorios que se llevaron a cabo en los países occidentales durante las últimas dos décadas aproximadamente.
«Una disminución en la ingesta de grasas condujo automáticamente a un aumento en el consumo de carbohidratos, y nuestros hallazgos pueden explicar por qué ciertas poblaciones como los asiáticos del sur, que no consumen mucha grasa pero consumen muchos carbohidratos, tienen mayores tasas de mortalidad», dijo Dehghan, autora del estudio.
También añadió que las directrices disponibles se desarrollaron hace unas cuatro décadas usando información de países occidentales en la que la grasa era más de 40% -50% de la ingesta calórica.